El entrenamiento con calor, ¿Cómo identificar y evitar un golpe de calor?

Estamos en verano, una época complicada para realizar los entrenamientos al aire libre para muchos deportistas

Con las altas temperaturas, el rendimiento disminuye incluso podrías llegar a tener el temido golpe de calor. Por esto te damos unas pautas para identificarlo y evitarlo

Cómo detectar el golpe de calor

El temido y peligro golpe de calor tiene lugar cuando el cuerpo no es capaz de eliminar el calor mediante la sudoración, principalmente en ambientes muy calurosos y/o húmedos que provocan deshidratación.

Algunos síntomas que pueden alertarnos sobre el riesgo de golpe de calor cuando realizamos un entrenamiento en situación de calor y/o humedad son:

  • Dolor de cabeza
  • Fatiga
  • Confusión, visión borrosa, mareo
  • Sed
  • Nauseas, vómitos
  • Sequedad y enrojecimiento de la piel
  • Calambres musculares

Consejos para entrenar con calor

Aumenta la hidratación

Mantén tu cuerpo hidratado durante todo el día, incluido durante el entrenamiento.

Incluye en tu dieta alimentos de temporada con alto contenido en agua y evita aquellos que producen o favorecen la deshidratación (alcohol, grasas y azúcares).

Evita las horas centrales del día.

Entre las 12 y las 17 horas no es recomendable realizar ejercicio dado que en esta franja las temperaturas son más altas.

Intenta adaptar tus entrenamientos a las primeras horas de la mañana o las últimas de la tarde.

Utiliza ropa adecuada.

Algunos falsos mitos difundidos sin fundamento pueden hacerte creer que la sudoración se relaciona con la quema de grasa, pero no es verdad.

Por tanto, busca ropa adecuada que favorezca la evaporación del calor y colores claros. Además el uso de complementos como gorras o viseras es muy recomendable para protegerte del sol.

Escucha tu cuerpo.

Es muy probable que días de altas temperaturas te provoquen sensaciones de falta de energía o de fatiga en niveles de intensidad similares e incluso inferiores a otros días.

Adapta los entrenamientos para no cometer esfuerzos extremos que puedan pasarte factura.

Realiza un periodo de aclimatación.

Posiblemente por objetivos u otras necesidades tengas que entrenar en situaciones de calor.

Si esto fuera así, te recomendamos que, además de seguir las pautas anteriores, realices una adaptación progresiva en cuanto a la duración e intensidad de los entrenamientos  y controles parámetros como la frecuencia cardiaca, la sudoración y la temperatura corporal.

No pongas en riesgo tu salud y escucha a tu cuerpo para poder llevar a cabo tus entrenamientos de forma saludable durante el verano

Laura García Cervantes

 

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