El viaje emocional de Sam Laidlow  

El joven francés, Sam Laidlow, con apenas 24 años, se alzó con el título de campeón mundial IRONMAN en Niza, hizo historia este año al convertirse en el campeón más joven, superando el récord establecido por el estadounidense Scott Tinley en 1982.

Sin embargo, detrás de este monumental triunfo, Laidlow enfrenta una batalla personal que trasciende los límites físicos: la búsqueda de un nuevo propósito y sentido en su vida.

En el video publicado en su canal de Youtube llamado WORLDS FASTEST TRI-SUIT + Post World Champs Depression, Sam Afirmó que, a lo largo de su vida, siempre supo que quería ser campeón mundial de Ironman, pero ahora se encuentra en un momento en el que no sabe cuál debería ser su próximo objetivo.

Esta incertidumbre lo ha llevado a cuestionar su motivación y el propósito de su carrera deportiva.

Ahora no sé a dónde quiero ir, no sé qué voy a hacer con mi vida”, confiesa Laidlow, expresando la incertidumbre y el vacío que a menudo siguen a un logro de tal magnitud. Este mensaje es un recordatorio de que incluso los atletas en la cúspide de su carrera enfrentan dilemas emocionales y existenciales.

Laidlow, quien acaba de cumplir 25 años, también ha sentido la presión mediática y los compromisos inherentes a su nueva condición de campeón del mundo. “Tengo tantas solicitudes, me muevo tanto… que estoy en muy baja forma en comparación con donde estaba el 10 de septiembre“, explica.

Sam admitió que, tras haber logrado su sueño de convertirse en campeón mundial de IRONMAN, se siente perdido sin un objetivo claro.

Antes, su motivación estaba impulsada por el deseo de ayudar a su familia y a los jóvenes atletas, pero ahora se encuentra en una encrucijada en la que necesita descubrir qué lo motiva verdaderamente.

Este testimonio sincero de Sam refleja la complejidad de la vida de un atleta de élite y cómo incluso los campeones enfrentan desafíos emocionales y existenciales.

Su historia nos recuerda que, más allá de las victorias en el deporte, todos luchamos por encontrar un propósito más profundo en la vida.

A pesar de estos desafíos, el pensamiento de Laidlow ya está en Hawaii, sede del Mundial masculino en 2024. Sin embargo, quiere cambiar su mentalidad a la hora de marcarse objetivos.

“El proyecto de ganar Hawaii es viable, pero necesito saber qué voy a hacer a continuación“, señala, destacando la importancia de establecer metas que vayan más allá de los logros inmediatos.

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