La tendinitis de Aquiles o la fascitis plantar, la pesadilla de los corredores

Los estiramientos, la técnica de carrera y el trabajo de fuerza son fundamentales para evitar que aparezcan.

Nuestro colaborador Healting, nos habla en este artículo de los componentes anatómicos y en la predisposición que tienen los corredores o triatletas en sufrir esta lesión.

Estamos seguros que en más de una ocasión han escuchado que algún conocido que realiza entrenamientos que tienen que ver con la carrera ha sufrido una tendinitis de Aquiles o una fascitis plantar, las cuales son lesiones tediosas en su recuperación además de bastante dolorosas en el día a día y por supuesto en la práctica deportiva.

En el artículo de hoy no vamos a hablar de las lesiones en profundidad si no en todos sus componentes anatómicos y en por qué parece que hay una predisposición a que más tarde o más temprano se produzca esta lesión en los corredores o triatletas.

Lo primero que debemos entender es que el pie  ha ido evolucionando a lo largo de miles de años para el propósito de la bipedestación y la locomoción,  generando lo que se conoce como Sistema Aquileo Calcáneo Plantar. Este sistema se conforma de distintos huesos, músculos, tendones y demás partes anatómicas donde destacan tres pilares principales:

  • El tendón de Aquiles, encargado de transmitir la potencia a la musculatura del tríceps sural (gemelos y soleo).
  • La tuberosidad posteroinferior del hueso calcáneo (talón).
  • La fascia plantar, estructura fibrosa plana y de forma triangular que se encuentra en la planta del pie, así como, los músculos del flexor y abductor del dedo gordo del pie.

Todas estas partes del cuerpo trabajan conjuntamente durante el gran esfuerzo que supone la marcha normal, dicho esfuerzo se incrementa notoriamente durante la carrera y el salto donde hay una mayor predominancia de apoyos unilaterales.

Desde el punto de vista biomecánico, este sistema está formado por dos vectores, uno vertical y otro horizontal que se corresponden respectivamente con el tendón de Aquiles y la fascia plantar. Esta particularidad asociada a un ejercicio repetitivo y de alta intensidad da lugar en una gran cantidad de ocasiones a que se produzca un acortamiento de las cadenas musculares, ocasionando con ello diversos cuadros clínicos de distintos tejidos sometidos a un estrés físico superior al normal.

Es importante destacar que no debemos quedarnos simplemente focalizando el pie y debemos subir la vista para observar a los isquiotibiales y el raquis dorsolumbar que puede haber sufrido también por sinergia.

Además de lo anteriormente comentado debemos incluir el mecanismo de Windlass que es el mecanismo por el cual se eleva el arco interno del pie mediante una flexión dorsal del dedo gordo del pie que tensa a la fascia plantar y provoca un bloqueo en la articulación del tobillo preparando de esta manera al pie para la propulsión que realiza el despegue y último contacto del suelo.

Debido a todo esto, gana relevancia las otras fases del entrenamiento además de la carrera, como son los estiramientos, la técnica de carrera y el trabajo de fuerza para mantener al cuerpo en un estado de eficiencia óptima y por supuesto, el carácter preventivo que aporta la fisioterapia con su variedad de posibilidades de tratamiento (masaje, cinesiterapia, electroterapia, etc.) que incrementará el rendimiento deportivo y la capacidad de realizar los esfuerzos a los que se ve sometido el Sistema Aquilea Calcáneo Plantar.

Desde el centro médico Healthing os recomendamos realizar vuestro entrenamiento con un enfoque más multidisciplinar, si tienen alguna pregunta no duden en contactarnos a través de nuestra página web      https://healthing.es 

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