La deshidratación y el dolor muscular

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 El calor repercute en nuestro cuerpo, provocando mayor sudoración para regular la temperatura corporal mediante la eliminación de líquidos.

Nuestro colaborador Healting, nos cuenta en esta ocasión como se puede afrontar desde la fisioterapia la deshidratación muscular.

Durante los meses de verano, uno de los problemas más habituales que nos encontramos al realizar alguna actividad física al aire libre, es la deshidratación y sus efectos en el organismo debido a las altas temperaturas típicas en estas fechas. El calor repercute en nuestro cuerpo, provocando mayor sudoración para regular la temperatura corporal mediante la eliminación de líquidos.

Esta pérdida constante de fluidos puede alterar el rendimiento de los músculos,  provocar calambres e incluso llegar a producir lesiones más graves como roturas musculares.

El agua es el componente principal del cuerpo, constituyendo entre el 50-70% de nuestro peso corporal total. Dependiendo de la proporción de líquidos que se pierden en el organismo pueden aparecer los siguientes síntomas:

 *   Datos obtenidos de la Federación Española de Medicina del Deporte (FEMD), artículo: ”Consenso sobre bebidas para el deportista y composición y pautas de reposición de líquidos”(http://femede.es/documentos/Consenso%20hidratacion.pdf).

Desde el campo de la fisioterapia, y especialmente durante los meses de competición, donde el calor y las altas temperaturas juegan un papel fundamental en la preparación deportiva, es habitual tratar problemas musculares asociados a una deshidratación.

La pérdida de líquidos hace que la sangre se vuelva más densa, haciendo que su función de transporte de nutrientes y oxigenación a nivel celular se vea limitada provocando alteraciones como por ejemplo inflamación y/o falta de elasticidad en el tejido muscular. De la misma manera, se disminuye la evacuación de sustancias de desecho provocando cúmulos de ácido láctico que incapacitan la contracción muscular y el flujo de energía (ATP) causando fatiga muscular y en algunos casos obligando a parar el ejercicio o la actividad física que se está realizando.

Además de una correcta hidratación y recuperación de todas las sales minerales y electrolitos perdidos, podemos utilizar otras herramientas como vías de tratamiento  eficaces que ayudarán a mejorar los síntomas de los pacientes, dentro de las cuales destacamos: terapia manual de descarga, game ready (crioterapia + presoterapia)  o vacusport (máquina de vacío intermitente) que favorece el retorno venoso, aumentando el flujo sanguíneo para contribuir a una mayor recuperación tisular.

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