Para los triatletas, es, encontrar métodos de entrenamiento que mejoren la fuerza y la resistencia en bicicleta es fundamental.
Hoy, nos centramos en una sesión de entrenamiento que promete elevar significativamente la potencia y la resistencia, adaptable tanto para sesiones en interiores como en carretera.
En el entrenamiento de ciclismo y triatlón, es esencial comprender ciertos términos técnicos para maximizar el rendimiento y la eficiencia.
Dos conceptos fundamentales en este ámbito son el “Umbral Óptimo” y la “Potencia Umbral Funcional (FTP)”.
A continuación, se explican estos términos para proporcionar una base sólida que permita a los triatletas aplicar de manera efectiva las estrategias de entrenamiento.
El “Umbral Óptimo” es un concepto clave en el entrenamiento de ciclismo y triatlón.
Se refiere a un nivel de esfuerzo que es duro pero aún manejable. Esta zona se sitúa aproximadamente entre el 88% y el 95% de tu Potencia Umbral Funcional (FTP).
¿Cómo calcular tus zonas de entrenamiento?
Entrenar en esta zona permite mejorar la resistencia y la eficiencia sin el riesgo de sobreentrenamiento o fatiga excesiva.
Es ideal para sesiones de entrenamiento prolongadas, ayudando a los atletas a aumentar su capacidad para mantener altas intensidades durante más tiempo.
La FTP es la máxima potencia que un ciclista puede mantener en un esfuerzo constante durante aproximadamente una hora.
Es un indicador crucial de la capacidad de resistencia en ciclismo y se utiliza para establecer zonas de entrenamiento personalizadas.
Medir tu FTP te permite entrenar de manera más efectiva, ya que puedes ajustar la intensidad de tus entrenamientos para que coincidan con porcentajes específicos de esta potencia.
Realizar entrenamientos basados en tu FTP ayuda a mejorar tanto la velocidad como la resistencia en ciclismo.
Este entrenamiento comienza con un calentamiento de 15 minutos, aumentando gradualmente el esfuerzo.
La preparación incluye cinco series de 30 segundos a alta intensidad, seguidas de 30 segundos de descanso, enfocándose en un esfuerzo fuerte, aproximadamente al 90% de la Potencia Umbral Funcional (FTP).
Se divide en dos partes.
Este enfoque ayuda a construir resistencia y potencia, a la vez que mejora la capacidad de mantener un esfuerzo constante bajo fatiga.
El entrenamiento finaliza con un enfriamiento de 10 minutos, permitiendo al cuerpo recuperarse y asimilar los beneficios del entrenamiento.
Este entrenamiento es ideal para triatletas que buscan mejorar su rendimiento en bicicleta, especialmente en fuerza y resistencia.
Al enfocarse en intervalos de alta intensidad, los atletas pueden esperar ver mejoras significativas en su capacidad para mantener velocidades más altas durante períodos más prolongados, un factor clave en competiciones de triatlón.
Para integrar este entrenamiento en la rutina habitual, se recomienda realizarlo al menos una vez a la semana, complementándolo con sesiones de menor intensidad.
Es importante escuchar al cuerpo y ajustar la intensidad según las sensaciones y el nivel de fatiga.