Sam Laidlow y su salud en 2025: Un futuro Incierto

El triatlón tiene muchos protagonistas, pero pocos han captado la atención como Sam Laidlow.
Este deportista francés irrumpió con fuerza cuando, hace 18 meses, logró la victoria en el Campeonato del Mundo IRONMAN 2023 disputado en Niza.
Aquella jornada marcó su consagración definitiva, ya que un año antes había obtenido la segunda plaza en la legendaria prueba de Kona en 2022. Con solo 26 años, su nombre resonó en el panorama internacional como una de las figuras llamadas a dominar las carreras de larga distancia en los próximos años.
Sin embargo, a finales del año pasado, su historia dio un vuelco. Tras aquel momento dorado en Niza, donde arrolló con un bike split histórico, Sam Laidlow no pudo revalidar su corona en Hawái, y su realidad cambió por completo.
El francés confesó recientemente en su canal de YouTube que arrastra molestias y desequilibrios físicos que todavía carecen de un diagnóstico claro.
Todo cambió durante la defensa de su título en Hawái, el pasado mes de octubre. Sam Laidlow salió del agua con el grupo líder y completó otra vez un sector ciclista veloz. Pero en la carrera a pie, su cuerpo dijo basta: un problema de hidratación y un aparente desequilibrio de electrolitos le pasaron factura.
Lo que parecía encaminarse a otro triunfo épico se transformó en una pesadilla. Con una ventaja inicial de casi seis minutos, fue superado por Patrick Lange, quien cruzó la meta en primer lugar.
Laidlow terminó decimoctavo, con una marca de 3:12:49 en la maratón y dejando más dudas que certezas.
Una lesión que complica su futuro inmediato
Después de ese duro revés en Hawái, el plan original de Sam Laidlow era concluir 2024 participando en la gran final del T100 en Dubái, pero una rotura en el tendón de la corva impidió que pudiera competir.
Su intención era regresar al máximo nivel en 2025. Sin embargo, a partir de diciembre, comenzaron a aparecer síntomas de agotamiento extremo durante los entrenamientos.
A veces podía sostener la sesión durante 10 o 20 minutos, pero a continuación el cuerpo se apagaba como si alguien “desenchufara” su energía.
Según ha explicado el propio Laidlow, primero tenía un día malo por cada cuatro o cinco buenos, pero esa proporción empeoró semana tras semana.
Al final, llegó a un punto en el que todos los entrenamientos se convirtieron en un suplicio. Incluso probó distintas terapias y tras varios análisis de sangre se encontró un virus. Eso le obligó a detenerse por completo una semana para eliminar cualquier infección y retomar de nuevo las pruebas clínicas.
El riñón, posible culpable
La hipótesis que maneja su equipo médico se centra en un desajuste crónico de electrolitos, tal vez relacionado con los riñones.
Ese sería el motivo por el cual Sam Laidlow ha sufrido ‘apagones’ en diversas pruebas de larga distancia, aparte de Hawái.
Cuentan que en algunas ocasiones sus órganos se han visto sometidos a tal sobrecarga que han reaccionado de forma drástica, impidiéndole rendir de manera constante.
Es un patrón que, de acuerdo con su testimonio, se repite: un par de carreras excepcionales, seguidas de otras en las que termina en la camilla de la asistencia médica.
Más allá de su reciente virus, los últimos chequeos apuntan a la presencia de cristales de calcio en su orina.
Aunque todavía no hay confirmación exacta de la causa, al menos se abre una línea de investigación más clara para los especialistas que lo tratan.
Por supuesto, el paso siguiente es profundizar en estos hallazgos y determinar si se trata realmente de un problema renal de mayor envergadura o de otro factor que esté influyendo en su equilibrio interno.
La encrucijada de la temporada 2025
Por ahora, la participación de Sam Laidlow en la temporada 2025 es incierta. El triatleta francés había barajado participar en alguna prueba importante a comienzos de año, como el IRONMAN de Sudáfrica.
No obstante, según sus propias palabras, resulta arriesgado confirmar cualquier fecha de competición sin un diagnóstico definitivo. El objetivo prioritario es recuperar la salud y entender a fondo por qué su cuerpo ‘se apaga’ cuando se ve sometido a esfuerzos prolongados.
Lejos de darse por vencido, Sam Laidlow ha manifestado que seguirá buscando respuestas. En sus redes sociales, deja claro que no piensa retirarse, pero reconoce que hay días en los que se siente superado por la situación. Aun así, su espíritu competitivo y la motivación por volver a brillar en la larga distancia lo mantienen en pie.
Aunque su camino en este 2025 pinta lleno de obstáculos, la motivación del joven francés ha quedado demostrada en muchas ocasiones. Si logra resolver este enigma médico, podría regresar con más fuerza que nunca.
Entretanto, el triatlón internacional se mantiene a la expectativa, deseando ver de nuevo a Sam Laidlow en la línea de salida y, si es posible, en lo más alto del podio.