Marten van Riel: su camino contrarreloj hacia el IRONMAN de Niza
Una lesión que complica el sueño mundialista

El triatleta belga Marten van Riel, actual campeón del mundo T100 y uno de los nombres más potentes de la media y larga distancia, atraviesa un momento delicado a un mes del Campeonato del Mundo IRONMAN en Niza.
El belga, invicto hasta la fecha en 70.3 y con un segundo puesto en IRONMAN Sudáfrica que le dio su plaza para Niza, confesó en redes sociales que lleva cuatro semanas sin correr debido a un esguince de tobillo.
En un mensaje sincero y sin filtros, Van Riel reconoció también estar lidiando con un bache de salud mental que le ha mantenido menos activo en redes:
“No he podido correr desde hace semanas. Es frustrante, pero trabajo cada día con mi fisio para intentar llegar. No he perdido la esperanza, aunque sé que todo tendría que salir perfecto para estar en la salida de Niza”.
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El factor mental, clave en el alto rendimiento
La honestidad de Van Riel ha generado una oleada de apoyo de aficionados y compañeros. La élite del triatlón no solo se enfrenta a rivales y cronómetros, sino también a la presión constante de rendir.
En su caso, la fatiga mental y el parón forzado se cruzan en el momento más exigente de la temporada.
El belga, conocido por su carácter cercano y bromista en carrera —famosa es su respuesta “No creo que podamos, bro” a Mika Noodt en plena T100 San Francisco—, afronta ahora un reto distinto: mantener la motivación mientras el calendario avanza.
Niza, una cita con historia
El IRONMAN de Niza cerrará este 14 de septiembre su breve etapa como sede masculina del Mundial, antes de que la prueba regrese a Kona.
La edición 2023 dejó el récord total en manos de Sam Laidlow (8:06:22) y la maratón más rápida a Patrick Lange (2:37:46). Este año, Van Riel estaba en todas las quinielas para luchar por el título, sumando su nombre a una lista de campeones donde figuran leyendas como Luc Van Lierde, Jan Frodeno o Kristian Blummenfelt.
Un mes para decidirlo todo
Con apenas cuatro semanas para el gran día, su preparación se centra en natación y ciclismo, mientras evalúa si podrá retomar la carrera a pie sin riesgo.
“Voy a intentarlo con todo”, asegura, consciente de que llegar a la salida ya sería una victoria personal.
El triatlón, como deporte, se nutre de estas historias: no solo de récords y podios, sino también de la resiliencia cuando el cuerpo y la mente dicen basta.