Los recorridos del Mundial IRONMAN Kona 2025

El próximo 11 de octubre, el Campeonato del Mundo IRONMAN volverá a sus raíces en Kailua-Kona, Hawái, con las mejores triatletas del planeta listas para enfrentarse al escenario más icónico y despiadado del triatlón.
Tras la cita masculina disputada hace un mes en Niza —donde Casper Stornes se proclamó campeón—, llega el turno de las mujeres, que buscarán escribir su nombre en la historia sobre un recorrido que ha forjado leyendas y derrotado a campeonas.
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Una isla que no perdona
Pocas pruebas deportivas están tan marcadas por el entorno como el Mundial IRONMAN de Kona. El calor abrasador, los vientos cruzados y el paisaje volcánico de la Queen Ka’ahumanu Highway convierten la carrera en una batalla tanto física como mental.
Desde la mítica gesta de Julie Moss arrastrándose hasta meta en 1982, hasta las victorias de Paula Newby-Fraser o Chrissie Wellington, Kona ha sido sinónimo de superación y sufrimiento.
El trazado de 2025 mantiene el formato clásico: 3,8 km de natación, 180 km de ciclismo y 42,2 km de carrera a pie, un recorrido que apenas ha cambiado desde 1981.
Natación: la primera criba

La salida, desde la bahía de Kailua, será un solo bucle de 3,8 km en aguas abiertas del Pacífico. Sin neopreno y con oleaje variable, este segmento marcará las primeras diferencias.
En los últimos años, nadadoras como Lucy Charles-Barclay han convertido esta parte en su territorio: la británica ostenta el récord de natación en Kona (48:14, 2018). Salir en cabeza puede ser decisivo, ya que las favoritas que pierdan tiempo aquí deberán arriesgar en la bici para remontar.
El tiempo en la transición también será clave, pues unos segundos pueden situar a una atleta en el grupo correcto o dejarla aislada para el resto del día.
Ciclismo: los vientos de Hawái

Los 180 km sobre la Queen K llevan a las triatletas desde Kailua-Kona hasta el punto de retorno en Hawi, con un desnivel acumulado de 1.772 metros.
Aunque el ascenso principal es largo y constante, el verdadero enemigo es invisible: el viento.
Las rachas laterales y el calor —a menudo por encima de los 35 °C— convierten la recta final hacia T2 en un suplicio.
Las campeonas que han dominado este segmento, como Daniela Ryf, lo saben bien. Su récord de bici en Kona (4:26:07, 2018) sigue siendo una referencia. Cualquier intento de romper la carrera suele llegar en este punto, pero un exceso de ambición puede pagarse caro en la maratón.
Carrera a pie: donde se decide todo

La maratón final transcurre entre las calles de Kona y la solitaria carretera de Energy Lab, un tramo donde el silencio, el calor y la humedad desgastan más que el propio asfalto.
Con un desnivel de 307 metros, la primera mitad suele ser más rápida, pero entre los kilómetros 22 y 30 se define la suerte de las aspirantes al título.
El récord de maratón femenino en Kona sigue en manos de Mirinda Carfrae, con 2:50:26 (2014), una muestra de lo exigente que es este terreno, incluso para las mejores corredoras del mundo.
Un recorrido que separa a las leyendas de las mortales
A lo largo de más de cuatro décadas, Kona ha visto triunfos históricos y también colapsos memorables. De Paula Newby-Fraser a Anne Haug, de Chrissie Wellington a Lucy Charles-Barclay, todas coinciden en una idea: Kona nunca se regala, se conquista.
Este 2025, con Charles-Barclay, Haug, Ryf y Chelsea Sodaro entre las favoritas, la historia está lista para escribir otro capítulo. Y como cada octubre, será el volcán, el viento y el sol quienes decidan quién puede llamarse campeona del mundo IRONMAN.