Hayden Wilde, golpeado pero no vencido: su lucha por volver al triatlón

Hayden Wilde no olvidará Tokio en mucho tiempo. Todo iba rodado: unas horas antes había batido su mejor marca en 10K con un impresionante 27:28.
Pero al día siguiente, el destino le golpeó con fuerza: un camión se cruzó en su camino mientras entrenaba en bicicleta. El impacto fue brutal.
El parte médico habla por sí solo: seis costillas rotas, un pulmón perforado y la escápula izquierda destrozada. Una combinación que no solo lo dejó fuera de las Series Mundiales, sino que puso en duda su carrera deportiva.
“Parecía que me había comido un tiburón”
Desde el hospital, Wilde no pierde el humor. En su vídeo, muestra la enorme cicatriz que le dejó la operación en Bélgica: “Iba a ser una incisión pequeña… pero acabaron abriéndome la escápula entera para evitar dañar los nervios. Parece que me ha comido un tiburón”.
Tuvo que esperar una semana en Japón sin poder operarse, hasta que consiguió un vuelo de emergencia rumbo a Bélgica, donde un equipo especializado le practicó una cirugía de más de cinco horas. Una intervención que, según los médicos, fue decisiva para salvar su carrera.
Rehabilitación sin pausa, ni excusas
Apenas tres días después de salir del quirófano, ya estaba en el gimnasio. Su objetivo: no perder la forma, mantener la movilidad y comenzar la recuperación lo antes posible.
Movía apenas el codo, con mucho esfuerzo, pero cada día ha logrado pequeños avances: levantar el brazo, abrir los dedos, volver a sentir confianza.
“Al principio piensas que no vas a poder moverte más. Pero haces el gesto, ves que no duele tanto, y recuperas algo de confianza. Es todo mental”, explica en su vídeo.
Dormir sentado, comer con una mano, y seguir entrenando
La vida cotidiana no ha sido fácil: no puede ducharse por el riesgo de infección, duerme en una silla reclinable de jardín y tiene que comer con la derecha, a pesar de ser zurdo. En su vlog, bromea mientras intenta cortar una tostada con una sola mano.
Para mantenerse activo, camina en cinta con pendiente del 15%, realiza ejercicios de piernas y usa cámara hiperbárica para mejorar la oxigenación y acelerar la cicatrización.
Compartir el proceso para inspirar
Wilde ha abierto un canal de YouTube donde muestra todo su proceso: desde las cicatrices hasta sus entrenamientos en modo “adaptado”. “Nunca había pasado por algo así. Es nuevo para mí, pero también quiero mostrar el lado real de estas lesiones”, dice.
En uno de los vídeos, habla incluso de su estado emocional. Sufre altibajos, reconoce que hay días donde el dolor y la frustración pesan. Pero también hay luz: “Espero que esto sirva a otros. Que vean que se puede salir adelante”.
El objetivo: volver a la línea de salida
No sabe exactamente cuándo, pero sí tiene claro el “para qué”: volver a competir antes de que acabe el año. Sería su mayor victoria en una temporada truncada, pero que podría convertirse en la más valiosa de su vida.
Y lo dice con una sonrisa: “Quiero volver más fuerte. No solo físicamente, también mentalmente. Esta experiencia me está transformando”.
Porque Hayden Wilde no se baja del ring. Y esta batalla, aunque dura, la va peleando a cada paso.