Un nadador desaparece en el Bosphorus Swim 2025: búsqueda sin descanso en Estambul

El Bosphorus Swim 2025, una de las travesías en aguas abiertas más reconocidas del mundo, terminó en tragedia tras la desaparición del nadador ruso Nikolai Svechnikov, de 30 años, entrenador profesional de natación.
El deportista inició la carrera desde la orilla asiática de Estambul, pero nunca apareció en la meta, situada en la parte europea de la ciudad.
El cruce del Bósforo: 6,5 km con corrientes impredecibles
Más de 2.800 nadadores de 81 países se lanzaron al estrecho para cubrir los 6,5 kilómetros que conectan los dos continentes. La prueba, organizada por el Comité Olímpico Turco, obligó a cerrar el tráfico marítimo y desplegar más de 100 embarcaciones de apoyo.
A pesar de las medidas de seguridad, las corrientes fueron especialmente duras este año, con oleaje que complicó la orientación de los participantes.
Cómo se detectó la desaparición
Las autoridades confirmaron que Svechnikov comenzó la carrera, ya que aparecía registrado en los sistemas de control y en las cámaras de seguridad. Sin embargo, el chip que portaba no marcó su salida en la meta.
El aviso oficial llegó dos horas después del final de la prueba, cuando los jueces comprobaron que no figuraba en la lista de nadadores que habían completado el recorrido.
Operativo de búsqueda en marcha
La Guardia Costera y la policía marítima mantienen un dispositivo con buques, drones y helicópteros en la zona comprendida entre Kanlıca y Kuruçeşme. La Fiscalía de Beykoz ha abierto una investigación formal para esclarecer lo sucedido.
Testigos aseguran que otro nadador intentó advertirle con un “wrong way” (“vas en la dirección equivocada”), aunque Svechnikov continuó nadando. Familiares y allegados han criticado que la reacción de los organizadores fue tardía.
Riesgos en aguas abiertas: lecciones para el triatlón
La desaparición del nadador ha reabierto el debate sobre la seguridad en pruebas masivas de aguas abiertas y su paralelismo con los triatlones de larga distancia, donde el mar siempre es un factor de riesgo.
Aunque los eventos cuentan con protocolos estrictos, las condiciones naturales —corrientes, oleaje, temperatura— pueden superar cualquier previsión.
Este caso es un recordatorio de la importancia de la preparación y del refuerzo de los sistemas de control durante las pruebas.