Raña, del reto olímpico al Ironman

El ordense, que tiene encarrilado el billete a Londres, medita pasarse luego a la mítica distancia

Curioso y libérrimo, Iván Raña prepara un reto y medita el siguiente. Recién terminada la temporada, tiene encarrilada la clasificación para sus cuartos Juegos. Al tiempo que mira a Londres 2012, el excampeón del mundo de triatlón ya madura un proyecto para el día después. Sopesa dejar la distancia olímpica (1.500 metros a nado, 40 kilómetros en bici y 10 de carrera pedestre), para prepararse para el Ironman, el gran desafío de resistencia en las tres disciplinas, sobre 3,86 kilómetros en el agua, 180 sobre ruedas y el maratón final de 42,2 a pie.

el balance

«Este año me empecé a notar otra vez triatleta»

Raña recuperado en el 2011 las mejores sensaciones como triatleta. Cuatro veces top-10 en la Copa del Mundo, y décimo en la final del Mundial, en Pekín, se siente de nuevo fino. «Después de un año en el ciclismo, el 2010 resultó duro. Corría 20 minutos y las rodillas, los tendones y la espalda me reventaban. Este año me empecé a notar otra vez triatleta. No se trata de ser quinto o décimo, sino de verte con los mejores después de 14 años en la élite», reflexiona ahora que abre unos días de descanso en casa antes de empezar a entrenarse en enero.

CORTO PLAZO

Dos caminos para conseguir la plaza para los Juegos

Javier Gómez Noya tiene asegurada su plaza olímpica, y en junio se repartirán las otras dos a las que ahora mismo tiene derecho España. Una se otorga computando los resultados de las grandes citas del 2010, 2011 y 212, y otra según las marcas de los doce meses anteriores. «Si rindo en las primeras pruebas, y hago un buen Campeonato de Europa [en Eilat (Israel) el 21 de abril], ya aseguraré el billete, y si no, tendré que lograr algún resultado más», explica Raña, que debutará en Australia en marzo.

LOS CUARTOS JUEGOS

«Pude correr con las leyendas del pasado y con los fenómenos de ahora»

Quinto en Sídney 2000 y Pekín 2008, y vigésimo tercero en Atenas 2004, Raña se ha enfrentado a gigantes de varias generaciones diferentes. «Me motiva medirme con chavales fortísimos, como lo hice con mitos como Hamish Carter, Chris McCormack o Simon Lessing 14 años atrás. Pude correr con las leyendas del pasado y con los fenómenos de ahora», remarca.

LA EVOLUCIÓN DEL TRIATLÓN

Deportistas completos

La trayectoria de Raña le permite ver la evolución del triatlón en distancia olímpica. «Antes llegaban muchos rebotados de otros deportes, gente que nadaba muy bien, pero que no se meneaba corriendo. No tendrían nada que hacer hoy. Ahora prima una estabilidad en los tres deportes. Los buenos son más triatletas, por eso las medias son mejores», reflexiona.

el futuro

«El plan A supone seguir en distancia olímpica, y el B, preparar el Ironman»

Los Juegos de Londres marcarán el futuro de Raña. «El plan A supone seguir en distancia olímpica, y el B, preparar el Ironman». Salvo que lograse un resultado magnífico en los Juegos, se inclinará por la larga distancia. «Ahora mismo tengo la ilusión de un juvenil por llegar a Londres. Pero ya viví todo en la distancia olímpica y me gustaría acabar en Hawái».

atractivos

Una disciplina nueva, ideal para un veterano

Raña, que tendrá 33 años en los Juegos, se ve capaz de preparar el Ironman. «Es una opción interesante por la edad. Hay que dedicarle más horas, pero de forma más tranquila. A mí me encanta entrenar; voy a disfrutar. Tardaría varias carreras en rodarme, pero me llama. Terminaría mi carrera motivado a tope».

patrocinios y premios

«Un mercado gigante»

El triatlón federativo limita los patrocinios, pero el Ironman, una prueba privada, no pone barreras al negocio. «En distancia olímpica, o estás entre los diez primeros, o es difícil ganar dinero. El Ironman vende su imagen mejor, y hay un mercado gigante», considera Raña. El ordense fue quinto en el X-Terra, triatlón de montaña que también se disputa en Hawái, donde terminó quinto, por delante del exciclista Lance Armstrong. «Allí ya hice contactos por si acabo en el Ironman. La gente me conoce y sabe que pasé por el ciclismo», comenta Raña, que pone un ejemplo: «Eneko Llanos fue inteligente. Vio que en distancia olímpica ya iba regular, y en la larga es uno de los buenos. Ya ganó el Ironman de Arizona y tiene un nombre».

Fuente:lavozdegalicia.es

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