Lucy Charles-Barclay nos cuenta su difícil decisión de abandonar el mundial RONMAN
La triatleta británica Lucy Charles-Barclay, conocida por su impresionante trayectoria en el triatlón, se encontró en una situación complicada al tener que retirarse del IRONMAN World Championship en Niza, disputado el 30 de septiembre de 2024.
Grandes expectativas para el Campeonato Mundial
Charles-Barclay, que defendía su título logrado el año anterior en Kona, llegó a Niza con grandes expectativas tras haber completado un intenso campamento de entrenamiento de cinco semanas en Lanzarote.
Sin embargo, a solo un día de la competición, una serie de contratiempos la llevaron a tomar la difícil decisión de no competir.
La semana de la carrera estuvo marcada por imprevistos. En una conversación que compartió en su canal de YouTube, Lucy reveló que sufrió una intoxicación alimentaria el miércoles, lo que la dejó debilitada y deshidratada.
A pesar de esto, mantenía la confianza en su capacidad para recuperarse y competir. “Sabía que tenía tiempo para restablecerme, conseguir la energía y los electrolitos necesarios”, mencionó Charles-Barclay.
La tormenta perfecta: intoxicación alimentaria y lesión muscular
A los contratiempos propios de la semana previa a la competición, se sumó una gastroenteritis que la afectó durante varios días.
Aunque debilitada por la deshidratación y la falta de energía, Charles-Barclay confiaba en poder competir a pesar de ello, pensando que tendría tiempo suficiente para recuperar fuerzas. “Eso no era un problema, estaba bien, sabía que podría competir con eso; tiempo suficiente para reponerme y estar lista“, explicó.
Sin embargo, el viernes, durante una carrera ligera de calentamiento, la situación empeoró radicalmente
. A solo dos kilómetros de empezar, sintió un calambre en la pantorrilla, pero este no era un calambre cualquiera, sino un dolor que la alertó inmediatamente. “Se tensó y me preocupé. No es en la misma pantorrilla que me lesioné en Kona, es en la otra pierna. Apareció de la nada; pensé ‘esto no se ve bien, estoy bastante preocupada‘”, confesó.
Una ecografía reveló una distensión muscular de tipo 1C, un diagnóstico que la obligó a tomar una decisión crucial y desgarradora.
El consejo médico fue ambiguo: la lesión podría mejorar o empeorar. El riesgo era demasiado grande, especialmente tras la desafortunada experiencia sufrida en Kona el año anterior.
Una decisión dolorosa, pero necesaria
“Decidí que no valía la pena arriesgarme“, explicó Charles-Barclay. “Tuve varias llamadas con mi equipo, mi mánager, mis médicos y fisioterapeutas. Llegamos a la conclusión de que no valía la pena arriesgarse después de la lesión del año pasado.
Han sido meses y meses de trabajo y rehabilitación para fortalecer esa pierna, y probablemente tendré que seguir haciéndolo para mantenerla fuerte, así que no estaba dispuesta a arriesgarme esta vez”.
Mirando hacia el futuro
Tras presenciar la victoria de Laura Philipp, Charles-Barclay, a pesar de la difícil situación, se mostró conforme con su decisión. “Fue una decisión extremadamente difícil, pero creo que fue la correcta. Ver la carrera fue duro, me pregunté si había tomado la decisión correcta, pero definitivamente me mantengo firme en la decisión que tomé, por muy difícil que fuera ayer”.
De momento, la campeona se centra en su recuperación, dejando su futuro deportivo en una incógnita, sin tener claro cuáles serán sus próximos pasos en el mundo del triatlón.