La esperanza de Gwen Jorgensen de estar en París 2024
La norteamericana ha ganado la Copa Continental de La Habana.
Gwen Jorgensen sigue con un objetivo claro esta temporada, representar a Estados Unidos en los próximos Juegos Olímpicos de París 2024.
La triatleta, oro olímpico en Río 2016 y campeona del mundo en 2014 y 2015, ha demostrado una vez más su calidad al ganar con autoridad la Copa Continental de La Habana.
Esta victoria la vuelve a colocar entre las triatletas que podrán obtener una plaza en la cita olímpica.
A pesar de ocupar actualmente el puesto 42º y tener hasta cinco compatriotas por delante en la lucha por una plaza olímpica, la estadounidense no se da por vencida.
Su objetivo es claro: hacer un último esfuerzo por ganarse un lugar en la selección de su país, con el aliciente adicional de competir en la prueba de los relevos mixtos, modalidad que la motivó a volver al triatlón tras su retirada en 2016.
Sus opciones para conseguir la plaza
La clasificación para los Juegos de París está abierta y el período de clasificación acabará el 27 de mayo.
La selección estadounidense femenina ya cuenta con Taylor Knibb, quien aseguró su plaza tras su 6º puesto en el Test Olímpico del pasado verano.
Jorgensen podrá optar por las otras dos plazas que quedan disponibles. Una de las cuales será para la triatleta que logre acabar en el podio de la prueba de Yokohama de las Series Mundiales del 11 de mayo, o, en su defecto, entre las ocho primeras si ninguna estadounidense consigue medalla.
La próxima gran cita para Jorgensen será la carrera de las Series Mundiales de Abu Dhabi, el próximo 8 de marzo, sobre distancia sprint.
Esta competición, en la que se enfrentará a las mejores triatletas del mundo, incluidas sus compatriotas, será la prueba de fuego para sus aspiraciones olímpicas.
Esperanza para este 2024
A pesar de su bajo rendimiento en las Series Mundiales de Triatlón de 2023, Jorgensen está entrenando muy duro, como va contando a través de su canal de Youtube y sus publicaciones en redes sociales
Además lleva meses trabajando con un psicólogo deportivo, preparándose para llamar a la puerta de París.