Cactus, el perro que completó el Marathon des Sables
Cactus, es un perro que vive en un hotel del desierto y se ha convertido este año en un participante más de la durísima prueba,

El Marathon des Sables es uno de lo más duros del mundo , donde hay que completar 241 kilómetros de recorrido en autosuficiencia en 6 etapas que oscilan entre los 21 y 76 km por el desierto del Sáhara.
Las maratones tienen miles de retos personales, por la lucha de dar visibilidad a diversas causas, pero pocas veces hemos visto una historia como la del perro “Cactus” que se unió a los 800 corredores que han participado en esta edición y completó la maratón con sus 5 etapas ( Se saltó la primera)
Cactus, es un perro que vive en un hotel del desierto y se ha convertido en un participante más. Además, se llevó el premio como ganador de su clasificación, creada ‘ad hoc’ para él
En una noticia en el diario de Navarra comentan “Es un animal que se mueve mucho y está acostumbrado a estar rodeado de gente de todas partes y a ser un poco nómada”, explicó Karen Hadfield, dueña del hotel donde vive Cactus. A Karen no le extraño que el perro se cogiera ‘vacaciones’ y se enganchará a la carrera en la segunda etapa.
Cumplió como un campeón con los 32 kilómetros de la segunda jornada; y el miércoles pasado se hizo los 37,1 kilómetros, demostrando que el camino plagado de dunas no era ningún obstáculo para él.
Cactus the finisher ???
He made it! He’s the first dog to run the MDS ??
He did great on today’s 42 km stage ?
Who’s a good boy? ?#MDS2019 #MARATHONDESSABLES #CactusTheMdsDog pic.twitter.com/5MmFtyESRN— MARATHON DES SABLES (@marathonDsables) 12 de abril de 2019
Es más, se marcó un tiempazo en esta primera parte: 11 horas y 15 minutos, que después completó con unas carreritas durante dos horas más. Y tan fresco.
Durante estos días, Cactus vivió en el vivac. Iba de tienda en tienda, recibiendo carantoñas, comida y bebida de los participantes, que no duraron en compartir parte de los doce litros que reciben a diario -para alimentarse e higiene- con el animal. “Muchos corredores están nerviosos por las mañanas, pero él siempre se mantuvo super tranquilo”, confesó Meghan Hicks a ‘The New York Times’.
Esta corredora de Utah, ganadora en la categoría femenina de 2013, estaba encantada con la presencia del animal, que rompía la monotonía del campamento. Incluso los participantes, casi todos amateurs, ayudaron a cuidarlo.
Un ultramaratoniano, veterinario de profesión, le hizo un chequeo a Cactus; y el equipo médico de la prueba también le hizo un seguimiento. Como si fuera un corredor de dos patas. Ya se había convertido en un participante especialista en pasar dunas como si fueran una simple llanura.
“Este perro es una bestia. Me superó y no pude alcanzarlo. Después seguí sus huellas en la arena”, confesó el londinense Theo Holzapfel que, como muchos competidores, preguntaban a los organizadores por dónde iba el animal.
Cactus solo tuvo un pequeño desfallecimiento en la etapa superlarga (71 kilómetros). Vomitó sobre el kilómetro 25 y se quedó un rato a la sombra de un camión. Descansó y prosiguió su camino un rato después.
Good bye Cactus ❤️
See you soon in the desert ??☀️#MDS2019 #MARATHONDESSABLES #CactusTheMdsDog pic.twitter.com/no1kJv1NOh— MARATHON DES SABLES (@marathonDsables) 13 de abril de 2019
Su trabajo fue recompensado con una medalla y su dueña la recogió el fin de semana para regresar a casa. Tal vez el año que viene, Cactus se anime otra vez a surcar el desierto.