Alejandro Santamaría en la 4ª etapa Titan Desert : “El día a día en el campamento de la titan”

La vida en el campamento también es dura, hay que pasar las horas con poco que hacer. Estamos aislados, difícilmente se coge señal para llamar por teléfono y solo la prensa y unos privilegiados disponen de internet.

 

 

 El campamento itinerante se instala en medio del desierto y en el haimas de tela negra adosadas unas con otras para alojar a los 600 participantes. Cada haima es compartida por 3, algunos son amigos pero otros han sido colocados al azar. En ellas hay el espacio justo para los 3 colchones que pone la organización y las paredes son de tela así que cualquier ruido se oye. Las noches son cortas y cuando se levantan los 4 primeros el poco ruido que puedan hacer es suficiente para despertar al resto. Y si no cada mañana a las 6h00 una música de la organización suena para despertar a todos.

El tiempo pasa rápido por la mañana. Hacer cola en los baños comunes, desayunar rápido y preparar la maleta para dejarlas en los camiones que van al siguiente campamento donde la recogeremos al llegar a meta.  Después pasar el control de firmas y ponerse crema solar de la máxima protección posible, por suerte uno de los patrocinadores es una marca de crema solar. Rellenamos los bidones y listos para tomar la salida a las 8:00.

Al llegar a la meta se repite todos los días la misma rutina. Dejar la bici, coger la maleta e instalarse en la haima, ducha y a comer. Siempre lo mismo.

El único agua que dan gratis es el que dan por las mañanas y los vasos que puedas beber en la meta o en los avituallamientos. También powerade.

 

Una Haima en la TITAN Desert

 

Todo lo demás hay que pagarlo y no está incluido en los más de 2000 euros que puede costar la inscripción. Sin duda esta es una de las mayores críticas a la organización porque las incomodidades forman parte de la aventura y son entendibles. Después de comer hay una haima grande para buscar un sitio en el suelo, ya que en las haimas pequeñas la temperatura al medio día es insoportable. 

 La tarde es lenta, pasar las horas bebiendo hasta la hora de cenar, el brifing diario y a la cama cada día más cansados y con mas sueño.

Alejandro Santamaría

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