La caja negra de los aviones llega a las bicicletas

Este dispositivo esta pensado almacenar datos que permitan analizar lo ocurrido en caso de sufrir un accidente o incidente vial.
Rideye la caja negra para bicicletas, es un dispositivo similar a una cámara de vídeo de alta definición que se coloca sobre el manillar de la bicicleta y puede grabar y registrar imágenes reales que se guardan en una memoria interna con capacidad para 8 Gb, cuando la memoria está llena, esta realiza un borrado automático de las grabaciones antiguas.
Hasta aquí, parece que Rideye es simplemente una cámara para bicicletas pero es el proceso de fabricación lo que la convierte en una caja negra a pequeña escala, el material con que está fabricado está protegido por una aleación de aluminio similar a la que se utiliza en las cajas negras de los aviones y su función, en un principio, es almacenar datos que permitan analizar lo ocurrido en caso de sufrir un accidente o incidente vial.
La cámara es capaz de registrar imágenes con un ángulo de 120 grados y el sistema incorpora un sensor para detectar accidentes y cuando se produce una colisión se activa un protocolo de seguridad para guardar las imágenes en un archivo y evitar que se borren; por lo que se refiere a la batería, ésta proporciona al aparato una autonomía de 24 horas y además, para aquellos que precisen un dispositivo con mayor capacidad de grabación, también se ha puesto a disposición de los usuarios un modelo con 32 Gb de memoria.
La idea de fabricar una caja negra para bicicletas se le ocurrió a Cedric Bosh después de que un amigo suyo sufriera un grave accidente, en el cual nunca se pudieron determinar las causas del mismo por falta de pruebas, entonces fue ahí donde entendió que debía fabricar un sistema que ayudara a mejorar las condiciones de seguridad de todos los ciclistas.
En los últimos años ha crecido el número de desplazamientos en bicicleta, por lo que ésta se ha convertido en un medio de transporte alternativo en grandes capitales. Aunque sus ventajas como medio de transporte son muchas, en el ámbito de la seguridad queda mucho por avanzar, sobre todo en núcleos urbanos donde no está aún habilitada una red adecuada de carril bici, o en sociedades donde los conductores de vehículos no están acostumbrados a convivir con ciclistas.
Rideye esta listo para su comercialización después de muchos años de cambios en los diversos y primitivos prototipos diseñados. Está previsto que su venta comience en Navidad, a un precio que rondará los 150 dólares.
Más información: http://rideye.com/