Ya con todo preparado para iniciar la prueba nos cuenta su visión previa a la carrera.
La Titan supone un reto humano. Una de las etapas es la temida etapa maratón. En la que los deportistas no reciben ningún tipo de asistencia, solo agua y comida. Todos deberán portar con su saco de dormir y lo que necesiten para pasar la noche y empezar al día siguiente con otro etapón.
6 Etapas en condiciones precarias de más de 100 kms en mtb por el desierto. Durmiendo en un campamento itinerante de Haimas por diferentes puntos de Marruecos. Supone para los 600 participantes una gran experiencia y una aventura.
Una aventura por la que cada participante tiene que pagar alrededor de 2000€ por la inscripción aparte del vuelo y otros gastos. Incluso deberán pagar parte del agua y otras bebidas como el café y todo a precio de desierto. Además dormir en un colchón en el suelo en Haimas compartidas entre 3 en las que a las 3 de la tarde a pleno sol puede haber dentro 50 grados.
Esta semana es para muchos la semana más esperada del año. Muy pocos son los profesionales que participan, la mayoría es gente normal, incluso algunos directivos acostumbrados a otros lujos que esta semana se libra de la oficina, se quita la corbata y viene al desierto a medirse consigo mismo y también a hacer amigos.
El desierto acaba uniendo y eso se ve desde el primer día en el aeropuerto donde se reencuentran con alegría caras conocidas con la complicidad de las penurias del año pasado y la satisfacción de pese a todo sentirse afortunados de estar en una experiencia inolvidable para toda la vida.
Alejandro Santamaría