El exciclista Stefan Denif tira de la manta. “No hubiera conseguido un contrato sin doparme”

De ser declarado culpable se enfrentará a una pena de 10 años de cárcel.

El exciclista  Stefan Denifl se enfrenta a una pena de hasta diez años de prisión por una acusación de fraude deportivo derivada de su implicación en la Operación Aderlass, que destapó una red de dopaje en Alemania y Austria

Aunque está retirado desde diciembre de 2018, oficialmente sigue sancionado por la UCI y está siendo juzgado en el tribunal regional de Innsbruck  por engañar a patrocinadores y organizadores entre 2014 y 2018.

Podría ser condenado a 10 años de cárcel

Según informa el diario 20 minutos, en Austria este tipo de casos van más allá de una sanción y le juzgan por ganar 580.000 euros gracias al uso de sustancias dopantes.

De ser declarado culpable se enfrentará a una pena de 10 años de cárcel.

Comenzó a doparse después de su lesión de rodilla

Durante el juicio, el ex-ciclista ha realizado unas duras declaraciones en las que asegura que comenzó a doparse tras una lesión de rodilla y estuvo haciéndolo durante cinco años:

No soy un criminal. No habría obtenido un contrato sin dopaje“. “Ya no quería competir, quería estar con mi hijo, finalmente quería tener una vida”, declaró  Denifl 

En el ciclismo hay un 90% de dopaje No hay un ciclista  limpio” 

Su abogado no escondió que Denifl “arruinó su salud y algunas veces corrió carreras poniendo en riesgo su vida”, pero apuntó que “en el ciclismo hay un 90 por ciento de dopaje. No hay un ciclista súper limpio”.

Además, tanto él como su abogado han intentado tirar de la manta diciendo que muchos equipos son conscientes de que sus ciclistas se dopan.

Esta misma justificación ya la han hecho  otros ciclistas condenados por dopaje anteriormente

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