¿Cómo tratar un esguince?
Son las distensiones de los ligamentos que sujetan el tobillo. Generalmente se suelen producir por un mal apoyo que producen una apertura brusca de la articulación del tobillo.
¿Cómo abordar el esguince?
Lo principal es saber si aparte del esguince hemos tenido algún otro problema tanto articular como de fractura o fisura asociados. Por ello, es recomendable acercarnos al médico para realizarnos una radiografía, ya que en ella se verá si sólo se trata de problema ligamentoso o no.
Grados de esguince:
Pueden variar desde un grado I, distensión de los ligamentos, hasta un grado III en el que los ligamentos se rompen y se requiere intervención quirúrgica en la mayoría de los casos.
¿QUÉ PODEMOS HACER?
El protocolo más común que se ha llevado a cabo durante mucho tiempo es el RICE, cuyas siglas en inglés significan:
- R: Rest (Reposo): el pie debe estar en reposo para ayudar a bajar la inflamación y no agudizar el proceso.
- I: Ice (Frío): aplicar frío local durante las primeras 48 horas, 15 a 20 minutos cada dos horas, sin que el hielo toque directamente la piel.
- C: Compression (Compresión): Es importante que la zona esté sujeta. Se puede utilizar tanto una tobillera como un vendaje compresivo para que no aumente la inflamación.
- E: Elevation (Elevación): La pierna afectada deberá estar elevada más arriba que la zona del corazón, para favorecer el retorno sanguíneo.
Posteriormente es recomendable ir al fisioterapeuta. Las diferentes técnicas que puede utilizar son:
– Técnicas manuales (cyriax, Jones, masaje, estiramiento) para relajar la musculatura de alrededor del tobillo, e incluso de la zona de la rodilla, ya que todas estas estructuras se quedan muy tensas.
– Acupuntura: hay todavía muy pocos estudios publicados, y poca evidencia, pero parece ser que esta técnica ayuda en el alivio del dolor y el retorno a la actividad cotidiana.
– Vendaje funcional: el vendaje funcional evita el sobreestiramiento del ligamento o ligamentos afectados hasta el total restablecimiento de los mismos, con lo que también ayuda a la vuelta a la normalidad en menos tiempo.
– Vendaje neuromuscular o kinesiotaping: aún hay muy pocos estudios publicados. El vendaje neuromuscular parece ser que ayuda a la disminución de la inflamación de la zona afectada, y se puede utilizar también como contención del ligamento afectado.
Tras la desaparición del dolor y la inflamación, es muy importante comenzar a realizar los ejercicios propioceptivos para volver a tener el equilibrio restaurado y no reincidir en esguinces de repetición. Y sobre todo, lo más importante es no olvidar el consejo de un profesional, tanto médico como fisioterapeuta.
Gema Lozano
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Foto:human-movement.com