Marisco, embutido, carne, pescado, vino, champán, mazapán, polvorones y turrones, seguro que la mayoría están en tu cena de Nochevieja y no te quedarás con las ganas de comerlos y beberlos.
Te ayudamos a disminuir tu cargo de conciencia del día de Año Nuevo con varias posibilidades de entrenamiento.
Lo más adecuado es que escoja un rodaje cómodo, de una distancia o duración en la que estés habituado.
Olvídate de mirar el ritmo y céntrate en disfrutar que comienza un año nuevo con muchos objetivos por cumplir. Puedes incluir cambios de ritmo, pero no te aconsejamos que busques intensidades altas.
Una ruta sin mucha exigencia es la clave para comenzar el año. Puedes elegir si prefieres día de montaña o carretera pero presta atención a la climatología y abrígate en consecuencia.
No olvides tu hidratación y alimentación si la ruta es larga
Si eres de los privilegiados que tienen el mar cerca de casa, comenzar el año con un chapuzón es una de las mejores opciones.
La distancia a recorrer dependerá de tu estado de forma, pero si llevas tiempo sin ponerte un neopreno para nadar, no te excedas o tus hombros se resentirán.
Si optas por la piscina, un entrenamiento sencillo de series de 100-200m alternando material para que sea ameno, con descansos en torno 15-20” e intensidades del 70-80%, es un plan perfecto para las primeras brazadas.
Si eres de los que opta por ir al gimnasio, realiza una rutina similar a la habitual con algo menos de carga, pues tu cuerpo es posible que no se encuentre en las mejores condiciones para forzar.
Otra opción es seguir una rutina de entrenamiento funcional en casa.