Existe una amplia gama de estudios que han analizado los beneficios de la recuperación activa frente a la pasiva, siendo la primera opción la mejor alternativa para recuperar el organismo tras el esfuerzo y el estrés competitivo o incluso tras una sesión de entrenamiento muy dura.
En estos casos suele utilizarse el término entrenamiento regenerativo, dado que el objetivo de este entrenamiento no es otro que regenerar el organismo del esfuerzo realizado para volver a un estado óptimo que permita aumentar las cargas y volver a competir sin caer en el temido sobreentrenamiento.
El objetivo de estos entrenamientos es activar el torrente sanguíneo de forma que la sangre se oxigene y elimine sustancias tóxicas que se generaron durante la competición, como el ácido láctico, por ello debes ser muy cauteloso con la intensidad.
Algunas pautas que debes tener en cuenta para llevar a cabo esta tipo de entrenamientos son las siguientes:
Si notas dolor más allá de la fatiga muscular, para y visita a tu fisioterapeuta. Incluye otras prácticas regenerativas como buena alimentación, mucha hidratación y descanso para acelerar tu recuperación.
Escucha tu cuerpo y guíate siempre por profesionales cualificados para poder conseguir tus objetivos!
Foto: Ironman.com
Laura García Cervantes
Dra. Ciencias de la Actividad Física y el Deporte
Directora Técnica Club Trikatlón Tres Cantos
Entrenadora Superior de Triatlón y Natación
Entrenadora Especialista en Paratriatlón