Imagen de Blummenfelt en el IM 70.3 Oceanside
Este sábado 5 de abril, Kristian Blummenfelt volvía a la competición en el IRONMAN 70.3 Oceanside 2025, en lo que debía marcar el inicio de una nueva etapa competitiva tras un complicado 2024. Pero la mala suerte volvió a cruzarse en su camino.
El noruego, campeón olímpico y mundial, llegaba a California con ganas de reivindicarse tras un año de malos resultados, con un 12º puesto en los Juegos de París y un 35º en Kona, donde sufrió problemas estomacales sobre la bici.
Pese a los rumores de pasarse al ciclismo profesional, decidió seguir apostando por el triatlón, con los Juegos de Los Ángeles 2028 en el horizonte.
La prueba en Oceanside reunía un cartel de alto nivel y desde el principio Blummenfelt demostró que llegaba en forma. Salió del agua a menos de un minuto del líder Greg Harper, y en los primeros kilómetros de ciclismo ya se había colocado en cabeza, marcando el ritmo de carrera.
Pero todo se vino abajo de repente: un pinchazo en la rueda delantera truncó su gran arranque. Sin posibilidad de arreglo rápido, se le pudo ver en el arcén, visiblemente frustrado, esperando asistencia mecánica.
El incidente no solo le sacó del grupo delantero, sino que le hundió en la clasificación. En el punto de control de los 41,6 kilómetros (25,9 millas), ya marchaba en la posición 55, a más de 14 minutos de los líderes, entre los que estaban el estadounidense Justin Riele y su compatriota Gustav Iden.
Después de una temporada pasada marcada por el desgaste físico y los cambios de rumbo, Big Blu esperaba que 2025 fuera su año de resurgir. Oceanside era la primera parada dentro de su plan para brillar en el circuito IRONMAN Pro Series, pero el destino tenía otros planes.
Este contratiempo no cambia su enorme calidad ni su ambición, pero sí añade un nuevo reto: recuperar la confianza y el ritmo de competición cuanto antes. Conociendo su historial, nadie duda de que volverá a estar en lo más alto.
La temporada apenas comienza, y Blummenfelt todavía tiene muchas oportunidades por delante.
La gran pregunta es si este incidente será solo un bache en el camino hacia la recuperación. Lo que está claro es que el noruego no se rinde fácilmente.