Virginia Berasategui consigue la plata en el Europeo de 70.3 y se clasifica para Kona

 

Dolorida y agotada, pero Virginia Berasategui ya tiene una nueva medalla en su palmarés. Desde ayer es subcampeona de Europa de Ironman 70.3 en triatlón, algo que consiguió tras mucho sufrimiento en Wiesbaden (Alemania).

«Se me ha salido la cadena en la bicicleta, me he torcido el tobillo corriendo y me he caído, pero a pesar de todo he podido ser segunda», explicaba la bilbaína al término de la competición. Eso sí, tuvo que pelear hasta la meta. Porque la alemana Julia Grajer recortó en los 21 kilómetros de carrera a pie los más de cuatro minutos de renta que tenía Berasategui y estuvo a punto de comprometer su segunda plaza. Nueve segundos separaron a ambas en la llegada. Ajustado, pero suficiente para que la bilbaína subiera al segundo escalón del podio. Un puesto que vale una plaza en Kona (Ironman de Hawai).

Con este subcampeonato, la bilbaína se desquita de la cuarta plaza del Mundial de larga distancia de hace dos semanas en Vitoria. Allí, un error en la prueba de natación la descolgó de las plazas del podio, algo que pesó como una losa en el resto de la prueba. En meta, pese a estar satisfecha con su plaza, Berasategui no olvidaba que, sin esos problemas, podía haber estado en la lucha por las medallas.

Con esa rabia, la bilbaína se alistó en el Europeo de 70.3, o lo que es lo mismo, medio Ironman -1,9 kilómetros de natación, 90 de bicicleta y 21 de carrera a pie-. Sabía que el recorrido de Wiesbaden jugaba a su favor, con un recorrido de ciclismo muy exigente -más de 1.400 metros de desnivel acumulado- que «desde luego se adapta mucho más a mis características que el de Vitoria, donde era tirar de desarrollo».

Esta vez, el sector de natación lo solventó sin problemas, y salió del agua séptima, a poco más de tres minutos de Jodie Swallow, la británica que en Vitoria finalizó tercera. Pero sobre la bicicleta, Berasategui comenzó pronto a demostrar sus aptitudes sobre un terreno quebrado. Para el kilómetro 20 ya era tercera, y a mitad de sector, segunda.

Quedaban 21 kilómetros de carrera, que la vizcaína afrontó a 2,40 de la alemana Anja Beranek, pero con más de tres minutos sobre Swalow. Una distancia a priori confortable, pero a Virginia todavía le quedaban kilómetros de sufrimiento. Un tropezón con un bordillo a mitad de carrera la llevó al suelo y a golpearse la rodilla. Se levantó con rapidez, pero por detrás, la alemana Gajer venía a toda máquina recortando diferencias. «La última vuelta era una agonía. El ciclista que venía conmigo me iba cantando las diferencias, pero lo he dado todo y no me ha pillado», resumió Berasategui, quien admitió que «este segundo puesto compensa todo mi trabajo y me resarce del cuarto puesto de Vitoria. Ahora me toca disfrutar de la Aste Nagusia, después ya pensaré lo que hago».

En categoría masculina, Mikel Elgezabal fue octavo, lo que también le sirve para recuperar confianza tras una temporada de lesiones. Tras una buena natación, el vizcaíno estuvo con los mejores en la bici, pero cedió puestos en la carrera a pie. «He regulado porque todavía no me encuentro muy bien, pero estoy muy satisfecho del resultado, porque había muchísimo nivel. Este resultado me da muchos ánimos para lo que queda de temporada», aseguró.

elcorreo.com

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