Omar González: Javi esprinta, Alistair vuela

Javier Gómez Noya recupera confianza tras la carrera de Kitzbuhel. Si mira un mes atrás, tiene motivos para encarar con optimismo el último tramo de preparación antes de los Juegos Olímpicos de Londres, aunque si se compara con Alistair Brownlee, ganador en Austria, ve que el británico vuela hoy «a otro nivel», según reconoció. El triatleta ferrolano apunta a medalla en Londres, pero al mismo tiempo ve como el oro se encarece por la sobresaliente forma del inglés, su gran rival de los cuatro últimos años. Jonathan, el hermano pequeño, se coló en el podio entre ambos.

«Hace un mes Javi no podía ni correr, y ahora le acaba de ganar a todos los que van a estar en Londres menos a los hermanos Brownlee. Es como para estar contentos», considera el entrenador del ferrolano, el asturiano Omar González.

Los datos vienen a corrobar esa sensación de buena forma. «La temporada pasada, en el mismo circuito y condiciones de Kitzbuhel, Alistair corrió el diez mil final en 31.01, mientras que Javi lo hizo el domingo en 30.50. Comparando esos tiempos, le habría ganado. Pero el inglés bajó esta vez su registro a 29.51. Significa un enorme mérito suyo. Para alcanzarle tenemos que subir mucho y que él baje», admite González, consciente de que todavía restan seis semanas para la cita olímpica en Hyde Park.

El ritmo más rápido en el final de la carrera no viene dado porque los 40 kilómetros anteriores de ciclismo fuesen suaves, sino todo lo contrario, pues el equipo británico trató de romper ahí la carrera. El sector de bicicleta se completó en un minuto menos que el año pasado.

Más detalles condicionan la carrera de Kitzbuhel. Gómez Noya perdió doce segundos respecto a Alistair Brownlee en las dos transiciones. Al subir a la bici, tuvo problemas con un casco, por ejemplo. Matices que lo fueron alejando del triunfo. Hubo más, de los que saca conclusiones para Londres, según explica su entorno.

Al inicio del 10.000 final a pie, el ferrolano quiso seguir el ritmo demoledor de los británicos, y se desgastó mucho. Su entorno considera que, sin la forma necesaria por culpa del virus que hace un mes trastocó su preparación, debió ir a su ritmo al principio. De hecho, cuando dejó ir a los Brownlee, le fue mucho mejor. Al final, consiguió reducir a 14 segundos la diferencia respecto a Jonathan Brownlee, que llegó a ser de 30.

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