La hora de la siesta por Felipe Gutiérrez “Un día leí esto: ¿Qué quieres una hija o una medalla?”

Felipe nos habla sobre las "competiciones" del deporte infantil  en el triatlón.

 

La verdad es que siempre me ha sorprendido el entrenamiento y por supuesto la competición de los más pequeños, de los que aún están en tiempo para jugar a otras cosas que no sean estos esfuerzos que sinceramente no creo que sean buenos, pero solo es mi opinión.

Hace algunos días y por medio de una amiga leí este articulo y por lo menos me he dado cuenta de que alguien piensa como yo y que no hay que exagerar en los entrenamientos de los que “queremos” que sean campeones de algo.

¿Qué quieres una hija o una medalla?

Me gustaría que leyerais este articulo, donde María Pardo una gimnasta de tan solo 17 años a punto de ser olímpica y acudir a los JJ.OO de Atlanta decide abandonar. Aquí os dejo su testimonio: http://elpais.com/diario/1996/10/15/deportes/845330418_850215.html

Es impresionante leer las inquietudes y problemáticas de esta gimnasta y este párrafo creo que marca toda su carrera deportiva. María dice: “He llamado a mi casa cuatro veces. Les he dicho a mis padres que no aguanto más y que vengan a buscarme. Mi madre está muy preocupada. Le he preguntado: ¿Qué quieres, una hija o una medalla?”.

Personalmente tanto el entrenamiento como la competición de los más pequeños me preocupa. Este año estoy acudiendo al circuito escolar de la federación madrileña y aunque tengo algún cadete y alguno de otras categorías suelo observar lo que se mueve alrededor de este tipo de para mi mal llamadas competiciones.

Creo que mas que competiciones habría que buscar algo más lúdico, aunque parece muy difícil pues ni los mismos padres podrían “aguantar” que su hij@ fuera un@ más y que no suba al podio siendo “lo mejor de lo mejor”.

En cuanto llegas a la zona de la prueba ya ves el ambiente. Niños sacando sus bicicletas o papas dando más que consejos, e incluso haciéndoles un calentamiento más de un equipo de futbol que de un deportista que va a hacer una prueba de estas características.

Algunos afortunadamente tienen entrenador del club y parece que eso va un poco mejor.

Cuando empiezan las pruebas de pre-benjamines parece que han comenzado los JJ.OO, seguramente algunos verán reflejados en su niño tan pequeño las mismas cualidades de Javier Gómez Noya. Le animan o más bien les gritan, podrían pasar por forofos del Atleti o del Madrid el día de la Champions. ¡Vamos! ¡corre más!, ¡asegura el podio!, ¡no paressssssssssssssssss…!

Los niños que consiguen el podio, la medalla están emocionados, los otros de todo, unos parece que nos les importa y otros llegan más bien llorando quizá por haber decepcionado a sus papis que quieren un campeón.

Salida triatlón Infantil

No entiendo porque en estas categorías de pre, de benjamín, alevín, infantil hay un podio, deberían darles a todos lo mismo por haber finalizado, quizá una medalla, una camiseta e incluso un libro podría ser buena idea. El reto debería ser…acabar la prueba, divertirse y que tengan ganas de volver.

He visto a algún padre-manager darles una charla, de explicarles donde estaba el fallo para no conseguir subir al podio.

Los padres, algunos de ellos no respetan mucho los recorridos, algunos siguen a su niño por donde sea y cruzándose por delante de otros niños que van haciendo la prueba para poder acercarse a otra esquina a animar a su” campeón”.

Creo que este tipo de circuitos, que este tipo de actitudes debería ser revisadas, deberíamos encontrar otros sistemas.

No me gustan las Escuelas de hacer campeones, quizá los niños ganen muchas medallas, pero quizá en menos de dos o tres años no quieran hacer este deporte que por lo que veo tiene poco de lúdico. Algunos ya tienen cuerpo de atletas formados, con marcada musculatura e incluso con marcas del sol en piernas y brazos después de haber entrenado ya tanto en bici como en pista como en piscina. Ya son mini-atletas.

Igual creen que hay que entrenar fuertemente desde pequeños, igual piensan que Gómez Noya así empezó y desde luego están equivocados.

Deberíamos reflexionar, padres, entrenadores, clubes y federaciones si este es el camino.

Desde luego este bajo mi punto de vista no lo es, debemos de encontrar el camino “lúdico” y no el tremendamente “competitivo”.

La hora de la siesta de los miércoles es difícil cuando uno piensa en estas cosas.

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