La hora de la siesta por Felipe Gutiérrez: “Reloj No marques las horas”

Ya se van acercando las elecciones de triatlón

 

 “Reloj no marques las horas porque voy a enloquecer, ella se irá para siempre cuando amanezca otra vez”. ¡Que bien lo cantaban Los Panchos, se te ponía la piel de gallina! ¿Qué no sabéis de que hablo?, pues como casi siempre.

La verdad es que no tengo muchas ganas de hablar de cosas trascendentales como de tal o cual prueba o de tal o cual deportista de élite o no élite, para ello hay medios especializados, aunque la verdad hablan bien siempre y si hay algo malo no lo sacan, quizá condicionados a la publicidad o al quedar bien, pero ese es otro tema.

Estos días quizá como va llegando la primavera estoy más sentimental, me gusta acordarme de mis amigos, alguno que se ha ido, alguna que ha pasado en estos días por el “taller de reparaciones” para ponerse al día y que espero esto pronto “a tope” ¡vamos rubia!, alguna que está a punto de de engendrar una criatura, de mis hijos, de mi nieta, y hasta me acuerdo de aquellos otros que no les caigo bien y no saben ni ellos el porqué, otros si seguramente.

“Reloj no marques las horas…”, que la tarde del miércoles pasa muy rápido y ni cerrar los ojos puedo, uf viene una gripazo para acompañar la semana.

La verdad es que no duermo pero puedo sentarme a reflexionar, todo pasa, todo llega. Dentro de nada habrá elecciones, eso parece, así que a finales de Mayo o a principio de Junio habrá que volver a votar y como consecuencia alguna prueba de triatlón tendrá problema para organizarse, tendrán que cambiar de fecha y “ajustarse” a otra fecha, cuestiones de planing y del tiempo que se va acercando.

También llegan las elecciones del triatlón pues ya en la web de la federación ya vienen las normativas para esas elecciones y sinceramente en nuestro grupo tendremos que ir ajustando el tiempo pues es muy difícil “competir” con el “caballo” ganador de la anterior carrera, pero lo intentaremos, nunca se sabe.

“Reloj no marques las horas…”, y ya que hablo del tiempo contaré lo que me saca de quicio cuando entreno la natación y aparece algún triatleta con un “peluco” de última generación que marca todo: tiempos, recuperaciones, la casa de Gran Hermano en directo, los metros que lleva, los que le faltan, y curiosamente algunos miran de forma impulsiva para ver si cuatro largos son realmente 100 metros. ¿Creerán que la piscina está mal construida?

A mí, como antiguo que soy me gusta que no lleven tal artilugio e incluso lo tengo “prohibido” (sin prohibir) aunque lo que me mata es que lleven ese “cuarto de kilo” de mas en un lado. Seguramente perjudicará la técnica, estoy casi seguro, pero mola o por lo menos eso piensan ellos.

Cuando hacen series de lo que sea, los últimos metros algunos están realmente preocupados por tocar el botoncito de su “maquina” para ver si han batido alguna marca o para meter después todos los datos en su ordenador y ver las virguerías que hacen su supercrono.

Es verdad que ahí las marcas comerciales nos tienen ganada la batalla y sobre todo a los triatletas.

Lo comentaba estos días con el entrenador de natación del club y se reía, a ninguno de sus chicos se les ocurre ir con ningún adimento especial a entrenar y menos con “el peluco” de cuarto de kilo.

Reloj cronometro en la mano de un triatleta

Seguiré insistiendo, seguiré obligándoles a mirar el crono de toda la vida que tenemos colgados en todas las piscinas y que sin duda tienen que acostumbrase a saber “leer” e interpretar en movimiento.

Me pregunto si es que es muy difícil calcular que después de 100 metros hacen 1 minuto y pico.

Soy defensor del crono y el de mano para el ciclismo, para la carrera a pie y por supuesto que no miren las pistas de atletismo, una vuelta tiene 400 metros, seguro que alguno lo duda.

El tiempo pasa, la hora de la siesta también, la primavera llega quedan pocos días y aunque pidamos que el reloj no marque las horas, todo sigue y pronto tendremos…tiempo al tiempo.

Aún tengo algunos minutos para seguir reflexionando, es bueno parar y mirar lo que hay a nuestro alrededor, nos daremos cuenta de que no somos “el ombligo del mundo”, y creo que en el triatlón hay mucho ombligo.

Felipe Gutiérrez

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