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La hora de la siesta por Felipe Gutiérrez: “El mal de Güeyu”

LA CIGUA es el amuleto más popular de Asturias y se suele colocar a los niños colgados del “pescuezu” o en la muñeca para protegerles del mal de ojo.

 

Vaya días que llevo, seguramente alguien me habrá “colocado” el mal de güeyu que normalmente suele ser provocado por la envidia o los malos deseos de algunas personas. Algunos os reiréis pero como buen asturiano creo en esas cosas y la única forma de combatirlo es con “la cigua”.

 

LA CIGUA es el amuleto más popular de Asturias y se suele colocar a los niños colgados del “pescuezu” o en la muñeca para protegerles del mal de ojo.

Os cuento un secreto y luego mis penas…

En la casa donde vivo antes vivía una señora que era bruxa, adivinaba el futuro y todas esas cosas y cuando yo compré la casa ella tenía una riestra de ajos que la protegía. Yo esa riestra la mantuve hasta hace unos días en su sitio, aún la tengo en mi poder, y la quité para hacer una limpieza, y por ello me ha entrado el mal de ojo el “mal de gueyu”.

Todos sabéis que los ajos protegen de las brujas malas y es que nada malo puede pasar si estas al lado de un ajo y una buena cabeza de ajo protege de los maléficos, de las malas energías enviadas de cualquier cosa maléfica o negativa que desee entrar, es ideal para protegernos de todo.

Es un buen amuleto para llevarlo con nosotros en los viajes para que todo salga positivo y el viaje resulte lo mejor posible, y la sola presencia del ajo protege de las enfermedades y parásitos que puedan aparecer.

Algunos diréis que el no poder dormir una buena siesta seguramente me ha dejado un poco descolocado, pero os aseguro que todo lo que cuento es pura es realidad.

Antes de mi viaje a Cerdanyola mi ordenador empezaba a hacer cosas raras y como diría el padre de Julio Iglesias “rrarras, rrarras, rrarras”.

Pues lo llevo al “hospital de ordenadores” y me dan hoy la noticia que tengo un virus denominado “encripter” que me ha borrado todo, ¡he perdido todo!, entrenamientos, archivos, hasta un futuro libro, fotos…TODO. Parece que entra por el correo electrónico y te “escoña” todo.

Bueno, me lo tomaré con humor, nada puedo hacer…

En Cerdanyola creo que más gente quería que el “mal de ojo” aumentara, si seguramente cuando leáis esto os seguiréis riendo de mí, pero el tema de las banderitas arriba y abajo hizo que en muchos momentos sintiera algunos “gueyos” clavados en mi nuca. Pues fenomenal, si hubiera tenido los ajos…no hubieran podido ni acercarse a mí.

El tema de las banderas ya está muy manido, ya está muy tratado en mi facebook, hay un hilo con montones de opiniones y yo ya no quiero matizar nada más, allá cada uno con sus justificaciones. Si quieres síguelo aquí: https://www.facebook.com/felipe.gutierrez.526?pnref=story

Llegamos a Madrid después de un montón de horas en la furgoneta con los duatletas del equipo y cuando voy a entregarla al aparcar me cargo una jardinera de la terraza de un bar con el consiguiente follón. Después al ir a entregar las llaves y depositarlas en el buzón correspondiente de la agencia me doy cuenta de que mi teléfono se ha quedado en el asiento a la vista del público y sin poder hacer nada por recuperarlo hasta las siete de la mañana del siguiente día.

Quiero irme  a casa estoy ya cansado, pero no hay taxis a las doce de la noche y después de un paseo gélido a esas horas me hace pensar que alguien me ha echado ese mal de gueyu. Es la hora como para pensar en ello, veo ya bruxes, y lo que no son bruxes… ¡por fin un taxi! Y a casa que mañana debo volver a recoger el teléfono que cualquiera puede verlo, romper el cristal de la furgoneta y robármelo.

¡Como sois!, Estáis esperando que os diga que me lo han robado y roto el cristal, ¡pues no!, a esas horas estaban solo les “bruxes buenes”.

No se sí estoy despertando de una siesta, no sé si todo es realidad solo sé que alguien ha jugado con el mal de ojo, pero la CIGÜA y los ajos a partir de ahora me protegerán más.

Espero que a vosotros también.

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