Coger agua, apoyarse en el agua, empujar el agua, son algunas de las frases que más oirás a entrenadores ni nadadores de cierto nivel.
Si no sabes de qué te estamos hablando, sigue leyendo para conocer los ejercicios que te ayudarán a mejorar la eficiencia de brazada.
Las remadas son ejercicios que tienen una implicación fundamental de la mano y el antebrazo, de forma que su ejecución correcta te ayudará a coger más sensibilidad, sensación de apoyo y por tanto mejorar la eficiencia de brazada.
Para realizar los ejercicios de remadas debes seguir las siguientes pautas:
Toda tensión muscular añadida al movimiento solo hará que pierdas flotabilidad y remuevas el agua, pero no que te apoyes en él para impulsarte.
La idea es ayudarte a llevar una posición lo más horizontal posible, por lo que un pull entre las piernas puede ayudarte.
De esta forma evitarás perder la posición horizontal para respirar, y podrás centrarte 100% en el ejercicio. Mira este artículo donde te contamos como hacerlo
No son ejercicios para avanzar rápido, sino para avanzar bien, por lo que no es el momento de buscar velocidad
Trata de llevar un cierto ritmo en el movimiento, que no haya pausas en cada fase para que se mantenga la inercia del movimiento
Debes centrarte en la sensación de conseguir que tu mano y antebrazo de apoyen en el agua, una especie de remolino puede formarse alrededor de tu mano y será señal de que lo estás haciendo bien.
Incluye a diario estos ejercicios como parte del calentamiento o dentro del bloque técnico e intercálalos con nado normal para trasferir las mismas sensaciones de apoyo e impulso
Laura García Cervantes