La eterna pregunta de ¿Qué fue antes, el huevo o la gallina? Puede trasladarse al entrenamiento, ¿Qué entrenar primero, el músculo o el corazón?
Nuestro colaborador Rebook Rendimiento, nos cuenta en este artículo como entrenar correctamente en los deportes de resistencia.
Las recomendaciones más habituales para comenzar la temporada siempre han sido comenzar con entrenamientos de baja intensidad y realizar actividades diferentes a la habitual para crear base aeróbica
Estas recomendaciones se posicionan claramente en comenzar el entrenamiento dando trabajo al corazón (sistema cardiovascular) y es lo que muchos de nosotros hemos realizado cada comienzo de temporada durante muchos años.
El corazón también es un musculo, pero trabaja debido a la demanda de otros. Si no le exigen una gran cantidad de sangre, este no necesitará desarrollarse.
Para que mejore el rendimiento se debe trabajar el musculo esquelético de manera exigente, para que se vayan creando capilares y así poder utilizar todos los nutrientes necesarios.
El sistema circulatorio no se desarrollará si no hay una demanda muscular previa.
Es como si comparamos el repostaje de nuestro coche o el de un Formula 1. Nuestra manguera (capilares) necesitará varios minutos para llenar el depósito, no necesita una gran bomba que impulse mucha gasolina y a gran velocidad, pero la de Fórmula 1 en pocos segundos ha llenado de nutrientes el motor para que pueda utilizarlos.
Para entenderlo mejor aún, el corazón entrenado de un gran ciclista o un corredor son bastante similares, pero sus músculos son diferentes.
Un buen ciclista debería ser capaz de correr a pie igual que un buen corredor, a nivel cardiovascular pueden ser casi idénticos.
Pero en realidad esto no ocurre o al menos no al nivel esperado. El mejor ciclista del mundo capaz de mover más de 6w/kg en un puerto, nunca ganará un maratón, ni siquiera podrá correr durante mucho tiempo a menos de 3:15min/km.
Para conseguirlo necesitará desarrollar su musculatura específica durante mucho tiempo. Muscularmente no es eficiente en esa tarea.
El corazón bombea mucha sangre, pero el músculo no es capaz de utilizar esos nutrientes.
Lo mismo ocurre con un remero que quiere ser nadador o un esquiador de fondo que quiere ser ciclista. El corazón puede ser inespecífico y cumplirá adecuadamente la función de bombear sangre, pero la musculatura es compleja y muy específica.
El musculo se desarrolla según la exigencia que se le demanda y genera poco a poco adaptaciones propias solicitando la ayuda de otros órganos (entre ellos el cardiovascular) para poder cumplir su misión.
Para poder exprimir todos los nutrientes que llegan a través de los capilares es necesario tener una gran cantidad de enzimas y sobre todo unas mitocondrias muy eficientes (el verdadero secreto del rendimiento).
Si quieres mejorar tu rendimiento primero exige a tus músculos, estos se encargarán más adelante de que el sistema circulatorio se pueda desarrollarse sin perder tiempo y sin limitaciones.
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