Javier Gómez Noya: “Me gustaría probar la próxima temporada un medio Ironman para saber cómo responde mi cuerpo”

«Me gustaría probar nuevos desafíos para la próxima temporada, hacer medio Ironman para saber cómo responde mi cuerpo». La medalla de plata conquistada en Hyde Park ha liberado de presión a Javier Gómez Noya. El triatleta ferrolano encara la madurez de su carrera deportiva con un palmarés envidiable que coronó en Londres. Pocos retos le restan por conquistar en la distancia olímpica, por eso es consciente de que para continuar haciendo sacrificios, debe oxigenar la cabeza y ofrecerle nuevas metas. Asegura que este tipo de pruebas de larga distancia son «compatibles con la participación en el campeonato del mundo de la ITU». Además, el año que viene sería el más apropiado para realizar los ensayos, porque es el primero de preparación para Río en el que «todavía no nos jugamos demasiados puntos».

 

«A los deportistas nos encanta intentar cosas nuevas», comenta el triatleta que ha dominado junto a Alistair Brownlee la especialidad en el último lustro. Ambos completaron a una velocidad de vértigo el recorrido por el corazón de Londres. 1.500 metros a nado, 43 kilómetros en bicicleta y 10.000 metros de carrera pedestre en menos de 1 hora y 50 minutos. Sin embargo, estas distancias engordan casi en dos veces en el medio Ironman. 1.900 metros, 90 kilómetros sobre dos ruedas y 21 a pie esperan al atleta afincado en Pontevedra.

Más pruebas en Estados Unidos

«El próximo año es menos importante para la clasificación para Río, no nos jugamos muchos puntos y al margen de asomarme a las largas distancias, me apetece hacer algunas pruebas más del circuito americano», indica Gómez Noya. El circuito de Estados Unidos tiene la particularidad de que el segmento en bicicleta se disputa en solitario. Es una guerra pura de cada deportista contra el cronómetro. En los últimos años, el gallego ha vencido en varias de estas carreras (victorias en Miami y Dallas) sobre todo, gracias al 10.000 final muy superior al de los competidores locales que suelen preparar al máximo el tramo sobre dos ruedas donde son grandes especialistas.

En relación al último trecho, los 10.000 metros, le queda un desafío pendiente a Javier Gómez Noya para la próxima temporada: bajar de la barrera de los 29 minutos. Algo que Londres demostró que ya está al alcance de los dos mejores deportistas del mundo. Un registro que no hace mucho parecía reservado solo para extraterrestes. «Creo que si hubiésemos ido más despacio en la bicicleta, si llega a haber un parón en el grupo de cabeza, estaríamos hablando de que habríamos pulverizado esa marca», comenta el deportista sobre el triatlón donde consiguió la medalla de plata. «En los primeros 2.500 metros iba con muy buenas piernas y cuando comprobé el tiempo habíamos completado esta vuelta en siete minutos. Increíble».

Lavozdegalicia.es

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