Uso de las piernas en la natación de un triatlón

Nuestro colaborador Ricard Perez esta vez nos trata el tema de si es bueno utilizar las piernas en natación

 

 

¿Se deben utilizar los pies en la natación de un triatlón? ¿Para mantener la hidrodinámica? ¿Para ganar impulso? ¿Para activar las piernas? Vamos a pensar en ello…
 

Esta es una pregunta que he escuchado un millar de veces, y que todavía no entiendo el porqué de tanto debate, ya que yo veo muy sencillo el tema.

Primer paso: ¿somos nadadores?

Pensad en vuestros entrenos en la piscina. Los triatletas que no sois nadadores (léase nadador como una persona que ha empezado a nadar a los 3 o 4 años de edad) seguramente notaréis que en el momento de hacer los ejercicios de pies, avanzáis muy lento.

Entonces, si ya en la piscina apenas avanzamos haciendo pies, ¿qué nos ocurrirá cuando estemos en aguas abiertas? pues que todavía avanzaremos menos.

Así pues, para el caso de los triatletas que no son nadadores, los pies sirven para mantener la horizontalidad del cuerpo (evitar que los pies se hundan con lo que tendríamos mayor resistencia a nuestro avance).

Esto significa que debemos pensar en los pies como una herramienta para reducir la resistencia y permitir que las piernas estén activas (sobretodo para pruebas de más de 2.000 metros de distancia).

En el caso de los triatletas que sí son nadadores, los pies les permiten avanzar y incrementar su ritmo de natación.

Aquí tenéis la información que poca gente razona

En triatlón, a diferencia de las pruebas de natación en piscina, se puede ir a pies, así que ¿para qué va un nadador a incrementar el ritmo, utilizando los pies si el resultado va a ser que el resto de competidores se pondrán a su estela y se dejarán llevar?

Piernas en natación

 

En el caso que haya un corte, y el nadador esté solo, podríais ver como mete pies para incrementar su diferencia (ya que nadie se aprovecha de su energía), pero si miramos las carreras de los profesionales, ¿qué vemos?: Pues que en el primer grupo están los nadadores, y como van todos juntos, ya les va bien no “cansarse” (ya que todos los intentos de escapada estarán neutralizados y todos irán a pies).

Otra cosa a tener en cuenta es las condiciones del agua

Si nadamos en un lago, el efecto de los pies siempre será más efectivo que si nadamos en un mar muy picado.

Los pies como protección

Un elemento del triatlón que me encanta, pero que la gente no quiere aplicar: la defensa de la posición. Cuando nadamos los primeros metros, tenemos que defender nuestro espacio, no aminorarnos y poder nadar a gusto sin agobios.

¿Como se consigue esto?

Pues utilizando los pies con energía, no para avanzar más, sinó para evitar que el triatleta que tenemos detrás se nos eche encima. No os dé miedo utilizar los pies con fuerza al principio (100-200m iniciales), no sufráis por la persona que tenéis detrás.

No os estoy diciendo que seáis agresivos, solo os estoy indicando que vosotros no veis lo que pasa detrás, en cambio el triatleta que os sigue sí que sabe que se está echando encima vuestro, y sabe que tiene rutas alternativas, así que como no podemos ir mirando hacia atrás mientras nadamos, lo mejor esusar los pies para marcar nuestro espacio.

Acabando con los pies…

Otro punto muy importante en el triatlón, es “tocar los pies“.

¿Qué problema hay en tocar los pies del triatleta que tenemos delante?

Una cosa es estar molestando contínuamente al triatleta de delante, tocando una y otra vez los pies, molestando y haciendo que se enfade. Pero lo que muy pocas veces se hace (y es un error no hacerlo) es tocar los pies del triatleta de delante para indicarle que queremos que vaya más rápido.

 

Piernas en natación

 

Imaginemos que llevamos ya unos 500m de carrera y que las posiciones están muy asentadas, tenemos nuestra referencia delante y ya hace unos 200m que vamos aguantando bien su ritmo.

Pues en tal caso, si queremos aumentar el ritmo, lo que es un error es adelantar al triatleta, lo primero que debemos hacer es tocar una sola vez sus pies, para indicarle que tiene un nadador detrás y que quiere aumentar el ritmo.

Si pasadas unas 6-8 brazadas vemos que el triatleta no cambia el ritmo, entonces damos un segundo aviso, confirmando que no nos hemos equivocado antes, que realmente queremos ir más rápido.

En el caso que el triatleta de delante entienda un poco de este deporte, tendrá 3 opciones:

1.- la más habitual es incrementar el ritmo, con lo que hemos conseguido nuestro objetivo y ahora tenemos que no tocar más sus pies (por respeto) y sobretodo en el momento de llegar a la orilla, darle las gracias

2.- la que utilizan los triatletas inteligentes y veteranos, apartarse, para dar a entender que su ritmo es el que es, y que si alguien se “aburre” pues que pase delante a tirar (como véis, la comunicación en los relevos en el agua también existe)

3.- si el triatleta toma esta tercera opción, entonces ya no es triatleta…. enfadarse. En el agua, a diferencia de la bici y la carrera a pie, no podemos comunicarnos verbalmente con el resto de triatletas, así que la única comunicación que tenemos es el contacto físico. Un triatleta que se enfada porque le tocan los pies (estamos hablando de dar un solo toque, y esperar 6-8 brazadas a dar el siguiente toque) es que no sabe de qué va el tema.

Yo lo cierto es que siempre lo he visto muy claro, aunque siempre hay deportistas que le buscan infinidad de pies al gato.

Más información: http://www.ricardperez.com/

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